miércoles, 7 de diciembre de 2011

Culturas prehispanicas




las culturas prehispánicas en méxico

Mesoamérica es el área cultural que engloba el territorio del actual México y casi toda Centroamérica, donde se desarrollaron una serie de civilizaciones que compartían rasgos y tradiciones culturales, antes de la llegada de los europeos en el siglo XVI. El término Mesoamérica se refiere tanto a las culturas que existían antes de que arribaran los europeos como a la región en la que se desarrollaron, que incluía los actuales territorios de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Los límites de Mesoamérica, así como sus tradiciones, cambiaron constantemente a medida que determinados rasgos culturales se extendieron entre las distintas sociedades. Entre las civilizaciones más importantes que se desarrollaron en la región se cuentan la olmeca, la zapoteca, la maya y la azteca.
En el periodo de 3.000 años que se inicia hacia el 1500 a.c. una serie de importantes culturas emergió en Mesoamérica, haciendo de ella uno de los centros mundiales en el desarrollo de la Humanidad. Estas sociedades produjeron un arte característico, formas arquitectónicas y sistemas de creencias religiosas. La mayoría se desarrollaron sobre los logros de las culturas que les precedieron y adoptaron costumbres de otros pueblos con los que comerciaban o guerreaban. Algunas de estas culturas mesoamericanas se alargaron durante muchos siglos, desarrollándose a lo largo del preclásico, el clásico y el posclásico, mientras que otras experimentaron su auge y caída en un corto lapso de tiempo.

 Olmecas
La civilización olmeca tuvo su inicio hacia el 1.500 a.C. Los estudiosos consideraban tradicionalmente a la olmeca como la “cultura madre”, o primera gran civilización de Mesoamérica; sin embargo, en la actualidad muchos expertos opinan que la olmeca era una más entre las muchas sociedades desarrolladas en la época. El arte, la religión y otros logros olmecas tuvieron una gran influencia sobre otras culturas que se desarrollaron después en una amplia zona de Mesoamérica.
Los olmecas vivían en las tierras bajas tropicales que bordeaban la costa del golfo de México, en lo que son ahora los estados de Veracruz-Llave y Tabasco. Los caudillos olmecas controlaban algunas de las tierras agrícolas más ricas de Mesoamérica, que podían proporcionar alimento para un gran contingente de población. Los olmecas construyeron en la jungla grandes ciudades en las que se celebraban ceremonias políticas y religiosas. En estos centros, como San Lorenzo, La Venta o Tres Zapotes, los olmecas levantaron algunas de las primeras pirámides de América, así como gigantescas esculturas pétreas. Entre los monumentos más notables se encuentran las enormes cabezas esculpidas en basalto, con un peso de 25 toneladas o más, que representan a los gobernantes olmecas. También esculpieron tronos en piedra en los que grabaron la genealogía de los caudillos.

Mayas


La civilización maya se inició entre el 600 y el 400 a.C. en las tierras bajas selváticas pertenecientes a los actuales territorios de Guatemala, Belice y sureste de México. Aunque se prolongó hasta la conquista española a principios del siglo XVI, alcanzó su apogeo durante el periodo clásico (200-900 d.C.). A diferencia de Teotihuacán, los mayas no crearon una estructura política unificada sino que formaron un cierto número de ciudades-estado con una cultura común. Las formas artísticas, los conocimientos científicos y la arquitectura monumental hicieron de los mayas el pueblo más civilizado en muchos aspectos del continente americano.
Hacia el 600 a.C. las tierras bajas mayas experimentaron un gran y rápido aumento de población. El área, salpicada de pequeñas comunidades agrícolas, vio la emergencia de poderosos cacicazgos hacia el 400 a.C. De entre todas estas entidades destacaron lugares como El Mirador, Tikal, Cerros, Becan y Dzibilchaltun, que se convirtieron en grandes centros ceremoniales, con decenas de miles de habitantes. Se levantaron enromes templos y amplias plazas para reflejar el poder y la autoridad de los gobernantes mayas. La cerámica y otras artes, obra de artesanos especializados, eran uniformes en toda el área.

los aztecas

Los aztecas construyeron el imperio más poderoso de Mesoamérica, famoso por su riqueza y sus rituales. En menos de un siglo, se hicieron con el control de una zona que se extendía desde el golfo de México, al este, hasta la costa del pacífico, al oeste, y desde el centro de México hasta Guatemala. En el lugar donde se alza hoy la ciudad de México levantaron su capital, Tenochtitlán, que en su época era una de las mayores ciudades del mundo. Su lengua, sus leyendas y sus formas artísticas ejercen aún su influencia en la cultura del México de hoy día.
Los fundadores del Imperio azteca penetraron en el valle de México a principios del siglo XIII. Sirvieron como mercenarios para otros grupos del valle y fundaron Tenochtitlán en una isla en el lago Texcoco en 1325. A medida que su poder crecía, los aztecas se hicieron con el control de otras ciudades más antiguas del valle como Texcoco, Azcapotzalco y Tlatelolco. Conquistaron otros estados en buena parte del centro y el sur de México y les impusieron tributos. A principios del siglo XVI los aztecas controlaban un enorme imperio con cinco o seis millones de habitantes. Tenochtitlán, el centro del imperio, era una enorme ciudad de templos, palacios y mercados. En su apogeo, Tenochtitlán llegó a tener unos 200.000 habitantes.

los toltecas

Los toltecas se hicieron con el poder en el centro de México en el siglo X y dominaron la región durante más de dos siglos. Formaron una vasta red comercial que se extendía desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el sur de América Central, y su influencia en el arte y la arquitectura se hizo evidente en toda Mesoamérica. Los toltecas tuvieron un especial influjo sobre los aztecas, que se consideraron después como sucesores suyos.
Los toltecas establecieron su capital en Tula (en ocasiones también denominada Tollan Xicocotitlán), al norte del valle de México, cerca de la frontera norte de Mesoamérica. En su apogeo, Tula tenía unos 60.000 habitantes. El pueblo tolteca, que hablaba una lengua llamada náhuatl, estableció un estado más pequeño y secularizado que el de Teotihuacán y otras civilizaciones clásicas. Los toltecas crearon también una cultura más militarista ya que su economía dependía de la conquista y el comercio con otras áreas, más que en la producción de bienes en su propia región. Los guerreros tenían que subyugar otros estados y proteger las largas rutas comerciales. Los toltecas fueron la principal influencia sobre Chichén Itzá, la ciudad-estado maya de Yucatán y algunos pueblos relacionados con los toltecas se hicieron con el control de partes de Mesoamérica.

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